Las administraciones públicas y las entidades locales de economía circular cuentan con circuitos de reutilización formales, escalables y sostenibles que ofrecen trazabilidad y garantizan un correcto reciclaje. Los ayuntamientos entregan excedentes de dispositivos a ciudadanos y organizaciones, con gran efecto en la creación de empleos inclusivos, iniciando o acelerando la eficiencia y ampliando el intercambio/mercado local de computadoras y móviles de segunda mano, y trabajos relacionados de transporte, renovación, soporte y reciclaje.
Los usuarios de dispositivos son ciudadanos que prefieren dispositivos de segunda mano por motivos medioambientales, ciudadanos en riesgo de exclusión apoyados o asesorados por servicios sociales públicos y organizaciones que demandan un mayor volumen de dispositivos como escuelas, empresas sociales, medio ambiente o presupuestos públicos o privados. organizaciones. Los ciudadanos se benefician de un conjunto de dispositivos a un menor costo económico y ambiental, además de crear empleos locales (en organizaciones sociales y comerciales) para la recolección, renovación y soporte (computación como servicio) por parte de locales para locales.
Barcelona – Circuito Pangea de Economía Social y Solidaria
En Barcelona, 18 entidades han creado el Circuito Pangea de Economía Social y Solidaria, donde además de compartir una plataforma tecnológica, compartimos y mantenemos los dispositivos. Trabajar en comunidad y localmente nos permite escalar y sostener costos, especializarnos en determinados servicios, y adecuar mejor la oferta y la demanda de dispositivos. Este Circuito es autónomo respecto de eReuse, y solo incluye a las entidades de la economía social y solidaria de eReuse.
Madrid – Circuito Sempiterna
El Circuito Sempiterna es una red de entidades, instituciones y empresas de economía social que promueven la economía circular en el ámbito de la electrónica. Realizamos las funciones de distribución, reparación, reacondicionamiento, comercialización, mantenimiento y reciclaje, asegurando la trazabilidad y reutilización formal de los dispositivos, evitando el reciclaje prematuro. Las entidades participantes cooperan para desarrollar, mantener y compartir un conjunto de herramientas, métodos y datos tecnológicos organizados para el bien común.